Hace pocas décadas, cuando el chocolate con churros era un desayuno mucho más haitual que hoy, una época en la que el chocolate era más rico en harina que en cacao y en la que los churros se freían en aceite reutilizadísimo y se utilizaba cualquier cosa menos aceite de alto contenido oleico, nadie se preguntara si los churros eran muy o poco grasientos…
Hoy día, en muchas churrerías la calidad de los churros se ha incrementado considerablemente, con chocolates magníficos, churros estupendos y aceites maravillosos, pero su consumo no sólo se ha convertido en algo menos habitual, más relacionado con los fines de semana, las festividades y alguna tarde de compras especial, sino que se han generado dudas respecto a su valor nutricional y su contenido graso.
Analizaremos en otro artículo su valor tradicional, comparándolo con sus “competidores” naturales, como las galletas, los cereales y los croasanes…
Y también dejaremos el chocolate para otro día, destacando que los chocolates que hoy podemos disfrutar dejarían “pasmados” a nuestros abuelos.
¿Qué ocurre con los churros? ¿Por qué la gente piensa que son grasientos y engordan? ¿Que no se trata de un alimento saludable y equilibrado?
La respuesta es simple y errónea a la vez, porque se trata de harina frita…
Lo primero que puede decirse es que al freír un alimento en aceite a muy alta temperatura, se forma una costra superficial que impide que la grasa penetre en ese alimento. Freír, por tanto, si se hace bien, no aumenta las grasas. Esto lo afirmaba una autoridad mundial en nutrición, el prestigioso Gregorio Varela Mosquera.
Se puede decir, además, que usando la masa adecuada, los churros no salen grasientos, sino crujientes y esponjosos .
Por otro lado, la calidad del aceite influye mucho en la calidad del producto final, ya que el ácido oleico es más estable al calor y resiste mejor la temperatura de fritura.
Por tanto, podemos decir que el churro es un alimento sano, siempre que utilicemos los ingredientes adecuados y sepamos cómo freírlo de la forma perfecta.
Confíe en La Artesana, ya que le garantizará la mejor calidad de las materias primas y la formación necesaria para elaborar los mejores churros del mercado.